Estar enamorado
Estar enamorado. Psicología de la pareja ¿En qué consiste estar enamorado?, ¿Cómo nos enamoramos?, ¿Qué es el amor verdadero?
«Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura»
J. L. Borges
En el inicio de una relación, se da una etapa conocida como enamoramiento que se caracteriza por la necesidad intensa de estar juntos, la pasión inunda cada encuentro. El enamorado cuenta las horas para el reencuentro con su amado. En esta etapa juega un gran papel la idealización del otro. El enamorado ve en su amado toda la plenitud, imagina la complementariedad perfecta del encuentro en la pareja. Le coloca todas las virtudes imaginarias que se cruzan por su camino. Es tiempo de imaginar y proyectar juntos. El amor en el enamorado lo llena de energía, de júbilo, lo reconforta.
La idealización
«Esta noche al oído me has dicho dos palabras comunes.
Dos palabras cansadas de ser dichas.
Palabras que de viejas son nuevas».
Alfonsina Storni
Este período de idealización puede considerarse normal, necesario y bonito, si queda ahí. Me refiero a que en una etapa posterior tiene que venir irremediablemente una etapa caracterizada por la desilusión y el conocimiento del otro menos idealizado y más humano que puede dar lugar a un amor verdadero. Se trata de un encuentro entre personas fantásticas en algunos aspectos, no tanto en otros y en algunos bastante limitados. Así es la realidad, la propia y la ajena y poder aceptar y realizar los ajustes que contemplen las particularidades de cada miembro de la pareja permitirá consolidar la relación o de lo contrario finalizarla. Poder aceptar al otro lleva a mirar con una nueva realidad, tal vez más ajustada y menos infantil.
Así cambia la manera de amarse, además de los cambios que cada miembro de la pareja atraviesa, envejecer, cambios físicos, nuevas destrezas, cambios mentales y emocionales por las experiencias vividas. Pérdidas, nacimientos de hijos, nietos, mudanzas, cambios de trabajo, enfermedades, vendrán a exigir nuevos ajustes que no cesarán durante toda la vida. Todo sentimiento amoroso se desarrolla y madura con el paso del tiempo, no amamos de la misma manera a los 20 que a los 60 años.
Ser amado
El amor debe ser esencialmente un acto de voluntad,
de decisión de dedicar toda nuestra vida a a de otra persona. (E. Fromm)
El Psicoanalista Erich Fromm nos habla del amor como un arte, que como tal requiere cuidado, dedicación tiempo, paciencia, práctica y esfuerzo. El amor no es una experiencia del azar, algo con lo que uno se encuentra. Hoy en día, el problema del amor se basa más en cómo conseguir ser amados que en amar.
Pareciera como si el amar fuera algo que surge espontáneamente sólo hace falta dar con la persona correcta en el mercado de disponibilidades. Una vez encontrada «la más adecuada de las parejas« todo tendría que funcionar, sin conflictos, sin esfuerzos como un fluir en un «eterno estar enamorados». Como si se tratase de una reacción espontánea y emocional, una súbita aparición de un sentimiento irresistible que todo lo colme. En los tiempos de evitar a toda costa la tristeza y el dolor, el amor también se espera libre de conflictos. Pero los conflictos son intentos de encuentros reales entre dos personas.
El arte del amor
«La mejor manera de ser feliz con alguien
es aprender a ser feliz sólo.
Así la compañía es una cuestión
de elección y no de necesidad»
Mario Benedetti
El amor es dar más que recibir, es entrega, es acoger al otro, escucharlo y respetarlo en su diferencia. Es sentirse uno en el encuentro sabiéndose dos. Por ello la capacidad de amar va ligada al desarrollo emocional de cada persona, de la capacidad de amar algo más que uno mismo y del saber estar sólo con uno mismo. Las personas partimos desde el amor propio del narcisismo, al amor al prójimo. Y ni siquiera el amor del narcisismo -en al etapa adulta- es un buen amor, ya que es un amor que aísla y enloquece. El narcisismo constituye la primera etapa del desarrollo humano, pero la persona adulta que regresa a su etapa narcisista es incapaz de amar, queda enredada en la contemplación de su imagen.
El amor verdadero requiere respeto, compromiso, responsabilidad y conocimiento y debe haber traspasado los tiempos de la omnipotencia, omnisapiencia del egocentrismo infantil. El otro no es un mero objeto que calma mi deseo, sino alguien que tiene necesidades y deseos que le son propios. El amor es un desafío constante, no un lugar de quietud, es moverse, crecer, trabajar juntos. Erich Fromm describe que en el arte del amar se requiere de disciplina, concentración, paciencia, escucha y preocupación.
El amor y el dolor
«Si amas sufres
sino amas enfermas»
Sigmund Freud
Aunque reconocemos de manera más consciente el temor de no ser amados, el temor real -habitualmente inconsciente- es el temor a amar. Ya que amar implica comprometerse sin garantías, es entregarse totalmente a la persona amada. «El amor es atarse, es una ilusión que nos ata. Y a partir del momento en que yo me ato porque creo, ocurre que esta unión no puede ser eterna: algún día voy a perder este objeto al que me ato. Lo pierdo porque muere, porque se quiere ir y me deja, lo pierdo porque yo mismo me enfermo. Esta unión siempre está ligada al dolor de perder. El amor es unir y el dolor es el sentimiento de la desunión» nos dice David Nasio.
Bibliografía de referencia:
Nasio, D.(1996) «El libro del dolor y del amor» Ed. Gedisa
Fromm, E. (2007) «El arte de amar»