Mujeres pioneras del Psicoanálisis
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce el papel trascendental que las mujeres y las niñas desempeñan en la comunidad científica y tecnológica y declara el 11 de Febrero «Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia». Con este reconocimiento de los diversos aportes de la mujer en la comunidad científica se busca mejorar las condiciones de las niñas y las mujeres, incentivando el acceso a la educación en todos los ámbitos de aprendizaje y la investigación.
La situación de inclusión de la mujer en muchos ámbitos ha cambiado enormemente en las últimas década, pero aún dista mucho de ser adecuada. Por eso, la organización de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura recuerda que: «Las niñas se siguen enfrentando a estereotipos y restricciones sociales y culturales, que limitan su acceso a la educación y la financiación para la investigación, impidiéndoles así cursar carreras científicas y desarrollar todo su potencial. Las mujeres son una minoría en la investigación científica y la adopción de decisiones en materia de ciencias.»
Las primeras mujeres psicoanalistas
En carreras de áreas humanísticas y/o pedagógicas la mujer ha tenido más lugar que en otras áreas técnicas. Profesiones ligadas al cuidado y educación siguen siendo más accesibles a las mujeres, y los puestos directivos y técnicos a los hombres. La sociedad aún tiene un desafío a conseguir en lo que respecta a la igualdad de oportunidades en los roles sociales.
En psicología y especialmente en psicoanálisis, las mujeres han estado presente desde sus inicios a pesar de no ser fácil en aquellos tiempos los accesos de la mujer al campo laboral, a estudios universitarios y/o a puestos de docencia e investigación científica.
Numerosos han sido los aportes que diversas mujeres realizaron a la comprensión cada vez más profunda del psiquismo y el desarrollo humano. Por ello, en este día de reconocimiento a la mujer en la ciencia quisiera recordar a las primeras mujeres psicoanalistas. Mujeres médicas, maestras, escritoras, filósofas, intelectuales que debieron luchar por incluirse en el mundo laboral, social e intelectual, que atravesaron cambios sociales y políticos complejos.
Pioneras del Psicoanálisis
En el psicoanálisis la figura de la mujer estuvo presente desde sus inicios en el siglo XX. Melanie Klein y Anna Freud han sido las mujeres psicoanalistas más reconocidas que dieron lugar al trabajo psicoterapéutico con niños. Pero antes de ellas, hubo un pequeño grupo de mujeres, muchas de ellas médicas que empezaron a formarse e investigar en psicoanálisis.
Margarette Hilferding-Ho, maestra y médica austriaca fue la primer mujer admitida en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, fundada por Sigmund Freud en el 1908, dos años más tarde se sumaría la polaca Eugenie Sokolnicke.
En 1913 Hermine Von Hug-Hellmuth maestra, filósofa y física fue admitida en la misma asociación y adquirió fama como pionera del psicoanálisis de niños. Siguiendo la observación de Sigmund Freud de que el niño podía entender las interpretaciones que se le hacían empezó a interesarse por observar los juegos de los niños como modo de expresarse, aunque aún lo hacía en sus propios ambientes.
Otra pionera ha sido la Doctora en medicina Helene Deutsch (aceptada en 1912) quién fue una gran investigadora de la psicología y la sexualidad femenina. Jeanne Lampl-De Groot de origen holandés despertaba una gran simpatía en Freud.
Pioneras del psicoanálisis en Rusia
Las médicas psiquiatras rusas Sabina Spielrein y Tatiana Rosenthal participaron en 1914 en la Asociación Psicoanalítica de Viena, para luego regresar a su país y convertirse en las pioneras del psicoanálisis ruso.
Sabina Spielrein quien luego sería la analista de Jean Piaget tendrá un gran protagonismo en la fundación de la Sociedad psicoanalítica de Ginebra y Tatiana Rosenthal será directora del Instituto Psiconeurológico Bekhterev en San Petersburgo. Lou Andreas-Salomé escritora de origen ruso, gran teórica e investigadora de la sexualidad femenina y el narcisismo, fue elegida como miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena en 1922. Fue una mujer de gran inteligencia, libertad y belleza.
«En los años veinte las mujeres estuvieron cada vez más presentes en el movimiento psicoanalítico, dentro del cual se desarrollaban además varios debates que las incumbían en su existencia y su práctica: la femineidad, la maternidad, el análisis de niños y la sexualidad femenina». Así como reclamaban el derecho a existir como ciudadanas con todas las de la ley, comenzaban también a ocupar el lugar de psicoanalistas.
Elisabeth Roudinesco
En un primer momento las mujeres tuvieron cabida en lo que al análisis de niños se trataba, especialidad ligada a la educación que no requería en los inicios estudios de medicina. Con el paso del tiempo fueron haciéndose un lugar en áreas más diversas del trabajo clínico y de investigación y comprensión del psiquismo humano.
Tiempos convulsos
Cada vez comienzan a formarse más mujeres a pesar de vivir una época convulsa de guerra, exilio. Los cambios políticos y culturales que le siguieron a la primer guerra mundial impulsaron reformas a la par que se va gestando el movimiento feminista. Las mujeres querían formar parte activa en la vida profesional y se esforzaban por obtener una ampliación de sus roles sociales y para eso el psicoanálisis ofrecía oportunidades de formación y trabajo a las mujeres.
La segunda guerra mundial y el régimen Nazi provocaron una huida masiva de mujeres psicoanalistas de Austria, Alemania, el imperio Austrohúngaro, Polonia y Rusia, que se instalaron en en Reino Unido, Estados Unidos y Sudamérica transmitiendo su experiencia y formación a otras mujeres y hombres del mundo.
Algunas de las mujeres preferidas de Sigmund Freud, fueron Marie Bonaparte, Joan Riviere y Jeanne Lampl – De Groot. Esta última se traslado a La Haya y formó parte de la Nederlandse Vereniging voor Psychoanalyse (NVP), Joan Riviere a su retorno a Londres, se transformó en un miembro relevante de la Sociedad Británica de Psicoanálisis. A partir de 1930 se desempeñó como analista didacta, y entre sus pacientes estuvieron John Bowlby y Donald Winnicott.
Vilma Kovács Psicoanalista Húngara analizada por Ferenczi en 1921 fue una de las mujeres más comprometidas en la Asociación Psicoanalítica de Budapest. Su hija Alice Balint Szekely-Kovács formada en Berlín se exiliará en Manchester. Bárbara Lantos, psicoanalista de origen Húngaro formada en el Instituto Psicoanalitico de Berlín, miembro de la Asociación Psicoanalítica Alemana desde 1929 también emigrará a Inglaterra.
Psicoanalistas que se exiliaron en Estados Unidos
Algunas mujeres se exiliaron en Estados Unidos donde el prestigio del psicoanálisis estaba creciendo, asumiendo posiciones de responsabilidad en hospitales e institutos. Entre ellas estuvo la médico de Budapest Therese Benedek investigadora de medicina psicosomática y miembro del Instituto de Psicoanálisis de Chicago. Frieda Fromm-Reichmann (esposa de Erich Fromm) pionera de la psicoterapia de orientación psicoanalítica en el tratamiento de personas con psicosis y como una representante de la tendencia denominada neofreudismo. tendencia de la cual también eran parte Edith Jacobson, Karen Horney y Helene Deutsch quienes se dedicaron a profundizar temas sobre el desarrollo femenino.
Edith Weigert médica neuróloga formada en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín, será una de las mujeres pioneras del psicoanálisis en Turquía pero terminará emigrando a Norteamérica. Berta Bornstein, psicoanalista infantil de origen polaco que se incorporará en la Universidad de Yale y en la clínica Menninger fue ampliamente admirada en el Instituto Psicoanalítico de Nueva York.
Ruth Mack Brunswick médica americana graduada en 1918 Radcliffe College en Cambridge, Massachusetts, (después de haber sido rechazada la admisión a la Escuela de Medicina de Harvard debido a su sexo) viaja a Viena a analizarse con Freud y pasa a formar parte de la Asociación Psicoanalítica de Viena en 1925 hasta su exilio en U.S.A donde se incorpora a la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York. Muriel Gardiner, nacida en Chicago, se trasladará a estudiar a la universidad de Oxford y en 1926 continuará su formación en psicoanálisis en Viena. Tendrá un rol crucial en la conservación de la que fue la última vivienda de Sigmund Freud antes de exiliarse, y que en la actualidad se conserva como museo.
Psicoanalistas Francesas
En 1921 en Francia Eugenie Sokolnicke – que había participado en las reuniones de la Asociación Psicoanalítica de Viena – marcó el inicio del movimiento psicoanalítico en Paris, junto a María Bonaparte, Princesa de Grecia y Dinamarca quien fue paciente y también discípula de Freud. Marie se convirtió en alumna, en «hija adoptiva», en traductora y embajadora de Freud, teniendo un lugar crucial en la posibilidad de salida de Viena con la ocupación Nazi.
También se reconoce la labor de Sophie Morgenstern estudiosa de los cuentos, sueños y ensueños, juegos y dibujos infantiles, buscando el contenido latente oculto bajo el contenido manifiesto. La interpretación de dibujos durante el tratamiento analítico de niños, su significado inconsciente y los símbolos empleados en dibujos, tal como ella señaló, fue utilizado luego por todos los psicoanalistas que se dedicaron a este campo de la investigación analítica, confirmando y ampliando sus concepciones y actualmente es un recurso fundamental en el trabajo con niños. Yvonne Allendy-Nel-Dumouchel, escritora y crítica de arte que junto a su esposo René Allendy (cofundador de la Sociedad Psicoanalítica de París) crearon el grupo de estudios filosóficos y científicos en la Sorbona.
Luego vendrán las grandes contribuciones de: Bela Grunberger, Janine Chasseguet-Smirgel, Joyce McDougall y Evelyne et Jean Kestemberg. También han realizado numerosos aportes a la clínica psicoterapéutica la psicóloga clínica Florence Guignard colaboradora de J. Piaget. Maria Török psicóloga de origen Húngaro de la Sorbona luego afincada en Nueva York. Maud Mannoni-van der Spoel de origen Belga y sus estudios sobre criminología y la médico psiquiatra Piera Aulagnier-Spairani de origen Italiano han sido grandes teóricas del psicoanálisis. En Suiza Madelanine Rambert desarrolló en 1938 la técnica de análisis de niños a través del juego de títeres «Le Jeu des Guignole» permitiendo que el niño evidencie conflictos y situaciones que difícilmente expresaría hablando.
Francoise Dolto-Marette médica pediatra que tuvo una tarea profiláctica y pedagógica crucial en Francia con la creación de sus casas verdes como lugar de acogida y sus actividades divulgativas en los medios de comunicación durante años. Una de las figuras del psicoanálisis francés, que en los años cincuenta participaría junto a Jaques Lacan en la creación de la Societé Francaise de Pshychanalyse (SFP), y años después en la creación de la École Freudienne de Paris (EFP)
Psicoanalistas Inglesas
En Inglaterra surgieron un gran número de mujeres valiosas para el psicoanálisis como Joan Riviere, quién «a través de su producción de artículos innovadores y sus enseñanzas dio lugar a muchos temas en el pensamiento psicoanalítico que aún hoy siguen siendo materia de estudio»(Web Fundación Melanie Klein) y fue la encargada de traducir muchos escritos de Freud.
Los años 20 con sus profundas transformaciones en la sociedad occidental propició numerosos debates sobre el lugar y los derechos de las mujeres y los niños. Éste ambiente de cambios inspiradores fue el escenario del conocido enfrentamiento en el congreso de Innsbruck de 1927 entre las dos mujeres de mayor referencia en el tratamiento de niños: Anna Freud y Melanie Klein.
«La sociedad Inglesa, fundada en el liberalismo, el empirismo, el individualismo-pero también en el culturismo-, era más apta que la Europa continental para dar cabida a las teorías Kleninianas, consideradas más «feministas», más democráticas y más igualitarias que las de Freud, en las que se expresaba una adhesión todavía muy fuerte a un modelos patriarcal.»
Elisabeth Roudinesco
Melanie Klein Trust se incluyó en el grupo de psicoanalistas de Berlín en 1922 y luego emigró a Londres. Es considerada una gran teórica e investigadora de las primeras etapas de desarrollo en los bebés que permitió comprender de un modo más profundo los mecanismos característicos de las patologías graves. Fue la primera en describir un marco de trabajo terapéutico con los niños: una habitación adaptada, muebles simples, una mesa pequeña e incluir la caja de juego en una sesión terapeútica de un niño, utilizando el juguete como puente entre la realidad y la fantasía.
Anna Freud, la hija menor de Sigmund Freud, hizo importantes aportes originales al psicoanálisis. Una vez instalada con sus padres en el exilio en Londres se dedicó a estudiar los alcances y límites del análisis con niños y sus dificultades. En 1936 publicó su libro más famoso «El yo y los mecanismos de defensa» que junto a los trabajos de Hartmann dio origen a toda una línea de desarrollo del psicoanálisis conocido como la psicología del Yo, que ha sido la escuela más dominante en Estados Unidos.
Otras mujeres psicoanalistas relevantes en el Reino Unido han sido: La médica psiquiatra polaca investigadora de las esquizofrenias Hanna Segal. Las psicoanalistas del grupo Kleiniano Mina Searl, Susan Isaacs (una gran pensadora académica capaz de exponer con rigurosidad) y Paula Heimann Glatzko. Ésta última médica formada en Berlín que puso de relieve la importancia de la contratransferencia generando gran debate sobre la posición del psicoanalista. Betty Josephs que se dedicó al estudio de la técnica psicoanalitica. Esther Bick de origen polaco con su reconocido método de observación de bebés con el que buscaba la observación directa de las conclusiones de Klein sobre el primer año de vida. Frances Tustin y sus estudios sobre el autismo. Todas ellas psicoanalistas de reconocimiento internacional.
Psicoanalistas Argentinas
La llegada de diferentes psicoanalistas europeos exiliados dio lugar al inicio de la formación de psicoanalistas en Argentina. Entre ellos desembarcaba el Médico Bilbaino Ángel Garma (a quien el rey Juan Carlos I de España reconocerá años más tarde por su trayectoria científica con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y por la Orden de Isabel la Católica) junto a su mujer Elizabeth Goode quién había supervisado con Melanie Klein y participará junto a Arminda Aberastury en la traducción al español de su obra.
Arminda Aberastury «La negra» ha sido reconocida por sus numerosos trabajos de intervención psicoterapéutica con niños. Desarrollo el «juego de construir casas» junto a Pichón Riviere con gran valor diagnóstico en el trabajo terapéutico con niños.
También llegaba a la Argentina Marie Glas de Langer, «Mimi», médica de origen austríaco, formada en psicoanálisis en Viena, analizada por Richard Sterba. Ella junto al matrimonio Garma – Goode han sido los principales precursores de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
También han dejado su huella la doctora Luisa Agusta Rebeca Gambier de Álvarez de Toledo, Flora Scolni y Matilde Rascovsky. Carmen Garma (hija de Ángel Garma y Betty Goode se dedicará como su madre al psicoanálisis infantil).
Ya en un tiempo más reciente pero no por eso desmereciendo su lugar en lo que a la transmisión del psicoanálisis se refiere encontramos a Silvia Bleichmar; doctora en Psicoanálisis, psicóloga, socióloga, intelectual, librepensadora y maestra de las teorías de Jean Laplanche en una Argentina dividida entre Kleninianos y Lacanianos. Fué reconocida con el premio Konex de Platino 2006 en Psicología y como Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 2007.
Madeleine Baranger psicoanalista francesa, licenciada en letras fundará la Asociación Psicoanalítica Uruguaya junto a su marido Willy Baranger. «Made» como se la conocía ha sido reconocida con el premio Konex 1996 y con el premio Mary Sigourney en 2008.
Psicoanalistas Españolas
Entre las mujeres pioneras del psicoanálisis en España encontramos a la psicóloga y psicoanalista Catalana Núria Abelló de Bofill, propulsora de la observación de bebés (Esther Bick) en Barcelona. La médico psiquiatra también Catalana Júlia Coromines y Vigneaux, cofundadora de la Sociedad Española de Psicoanálisis (SEP) en 1966, y directora de la revista Catalana de Psicoanálisis; recibió la Cruz de Sant Jordi a su labor profesional en el año 1997. Terttu Eskelinen de Folch, de origen finlandés fue presidenta de la Federación Europea de Psicoanálisis (EPF). Se destacó por su trabajo por el desarrollo del psicoanálisis de niños y por el crecimiento del psicoanálisis en la Europa del Este.
Carolina Zamora de Pellicer quien sería la primer mujer licenciada en Medicina de la provincia andaluza de Córdoba. María Teresa Ruíz que participó en la constitución de la Sociedad Española de Psicoanálisis (SEP) y posteriormente en la Asociación Psicoanalítica de Madrid (APM). Ambas asociaciones tenían su raíz en la Sociedad Luso Española de Psicoanálisis constituida en 1953 y actualmente tienen reconocimiento en la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA) Todas ellas, mujeres que han conformado el grupo de las pioneras del psicoanálisis en años convulsos en España, formadas en el exilio que luego han retornado para continuar su labor de atención terapéutica, transmisión y divulgación del psicoanálisis en la Península Ibérica.
Las hijas Argentinas adoptivas de la Península Ibérica: Pola Tomás gran estudiosa de las patologías graves en la infancia que formó parte de la transformación del Hospital Psiquiátrico de Leganés en Madrid y Rebeca Grinberg gran teórica del aprendizaje, la curiosidad y el deseo epistemológico junto a su esposo también psicoanalista León Grinberg.
La actualidad del Psicoanálisis
Muchas son las mujeres que se dedican al psicoanálisis, grandes estudiosas y conocedoras del sufrimiento humano. Algunas han tenido puestos de presidenta o han sido miembros de sociedades o institutos de psicoanálisis en España y otros países. La misma Anna Freud fue presidenta honoraria desde 1973 hasta su muerte en 1982. Y en la actualidad (Julio 2017) por primera vez ha sido electa una mujer – la médica psiquiatra psicoanalista Virginia Ungar como presidenta electa de la Asociación Psicoanalítica Internacional, organización que nuclea a todas las asociaciones y sociedades psicoanalíticas del mundo fundada por Sigmund Freud 1908.
Para todas ellas, grandes mujeres del Psicoanálisis de todo el mundo va en homenaje este artículo, para mis analistas, mis supervisoras, profesoras y colegas que tanto me han enseñado del psicoanálisis y me transmiten día a día, de las cuales mucho tengo aún por aprender. Espero que este día y muchos más sirvan de motivación para futuras niñas y mujeres curiosas y amantes del conocimiento humano.