La sexualidad en las parejas actuales
¿Cómo se expresa la sexualidad en las parejas actuales? La relación entre sexualidad y procreación. Dificultades sexuales frecuentes.
«Si amas, sufres,
Sigmund Freud
si no amas, enfermas».
Los cambios que la sexualidad ha ido atravesando han revolucionado la manera de relacionarnos y establecer una pareja. Las libertades sexuales obtenidas en el último tiempo han modificado profundamente la manera de vivir la sexualidad humana, pero así y todo no han resuelto todos los malestares amorosos.
Ha habido grandes avances en algunos aspectos desde lo legal y lo social; por ejemplo: el modo en que hoy no se considera a la homosexualidad o la sexualidad de la mujer nada tiene que ver con la mirada de épocas anteriores. Como ya revolucionaran hace unas décadas la sexualidad los métodos anticonceptivos; hoy contamos con la posibilidad de procreación sin acto sexual, con enormes repercusiones en la manera de vincularnos y desarrollar la sexualidad.
Sexualidad y procreación
Hoy en día las personas pueden contemplar la posibilidad de tener descendencia de modos que antes eran de ciencia ficción: Vientres de alquiler o embarazos subrogados, inseminación o fecundación in vitro, con donante de óvulos, de espermatozoide o método Ropa (aporte en las parejas lesbiana de óvulos de una para llevar el embarazo a término la otra). Aunque sigue haciendo falta un óvulo y un espermatozoide para tener un hijo, se dan nuevas variaciones en la manera en que un hijo puede ser engendrado, gestado. Todos estos avances no dejan de generar nuevos desafíos en la subjetividad humana.
«En la actualidad tener un hijo, se considera un derecho humano y el deseo de conformar una familia se expresa con fuerza en grupos de personas con neosexualidades. Personas deseosas de armar un nido de vínculos primarios, más allá de sus identidades de género o elecciones de objeto».
Virginia Ungar
La manera de relacionarnos, constituir parejas y formar una familia se ha modificado de una forma excepcional. Es un reto en los tiempos actuales pensar las parejas y los vínculos cuando la sexualidad y la procreación pueden llevar caminos paralelos y no siempre coincidentes.
El padecimiento en la sexualidad
A pesar de estos cambios sociales, familiares en la manera de vivir la sexualidad que se esperaban como liberadores de las represiones sexuales del siglo pasado – sociales, culturales y religiosas- las consultas en psicología por dificultades sexuales se han multiplicado. Las dificultades se presentan como falta de deseo, ausencia de sensaciones o disfrute, obstaculizando la manera de relacionarse sexualmente con un otro de un modo saludable.
Los hombres suelen consultar -en lo que a su sexualidad se refiere- al psicólogo por: disfunción eréctil, impotencia, eyaculación retardada, retrógrada, precoz, orgásmica, dispareunia, evitación sexual fóbica. afectación del deseo y la sensibilidad. Y las mujeres por padecer: anorgasmia, insensibilidad orgásmica, vaginismo, dispareunia, evitación fóbica del encuentro sexual.
Estas dificultades que se manifiestan en la sexualidad, muchas veces no responden a una causa biológica, sino que se muestran como señales de un sufrimiento más profundo que de alguna manera afecta todo el ser, que tienen un por qué aunque a veces no sepamos cuál, que vienen a mostrarnos que algo no va bien y que debemos analizar sin perder de vista la complejidad y subjetividad que presenta cada persona.
Amor y sexualidad
El sufrimiento por amor, por amar y ser amado no distingue edad, ni clase social, ni género en toda la gama de nuevos modos con los que hoy se intentan describir las maneras de relacionarnos con otros y vivir la sexualidad. (Pansexuales, asexuales, polisexuales…¡He encontrado en «Google» hasta 43 denominaciones diferentes!)
Por ello, en las diferentes dificultades que afectan la sexualidad habrá que determinar que aspectos pueden estar implicados. «Vengo porque es emocional, el médico no ha encontrado nada orgánico» me dice un paciente antes sus frecuentes gatillazos. ¿Qué quiere decir que sea emocional? ¿Algo qué pasará sólo? ¿Qué no es muy importante? ¿Se entiende que hay otras causas para posibles malestares? Sabemos que el cuerpo se expresa y busca ser comprendido.
Tomarse un tiempo suficiente para comprender lo que puede estar en juego para esa persona en particular, con sus experiencias corporales, erógenas, el significado subjetivo que les otorga, la historia relacional, afectiva, emotiva, suele ser lo más conveniente. ¿Cómo se vive la soledad? ¿Se busca compulsivamente un compañero sexual? ¿Se apega emocionalmente ante la primer persona que se pasa delante? ¿Cómo vive su identidad sexual?¿Cómo se siente en el contexto más cercano? ¿Disfruta del encuentro íntimo con otro? ¿Se vive la vida sexual distanciada de la emocional? ¿Establece relaciones que le son satisfactorias o se siente presionado a realizar prácticas en vías de satisfacer a otro? La sexualidad mueve tantas cosas que los interrogantes serían interminables. Sólo me interesa transmitir la complejidad que las problemáticas sexuales pueden presentar.